La vaca necia rompe la cerca y se hiere, se tira al piso y se raspa, corre y corre, se cansa, hasta que el vaquero la mete al corral. Su rebeldía solo le trae problemas, cansancio y más dolores de los necesarios.
Nosotros, aunque somos seres humanos, a veces tambien vamos de necios por la vida y obtenemos el mismo resultado de aquella vaquita: cansancio, dolor y problemas de más.