La paz se produce, se comparte, se siembra y se deja al pasar, al igual que la discordia y la desesperanza. Pidamosle a Dios que nos llene de la semilla de su Paz para luego sembrarla en este mundo donde vivimos, sobretodo en el corazon de los hombres que es donde mas falta hace.
Muy buena la lectura a cerca de la paz interior
Francisco. escribo con mucho gusto y cariño, me alegra que le hubiera gustado. Saludos, Ian Salvatore